martes, 21 de diciembre de 2010

Beneficios músculo-esqueléticos del mangostán por Dr. Kenneth J. Finsand Médico Quiropráctico

POR MILES DE AÑOS LOS PUEBLOS del Sureste de Asia han anticipado ansiosamente la fecha en la que una fruta especial conocida como mangostán llegara al mercado. Su delicioso sabor y cualidades médicas no sólo la pusieron de postre en la mesa, sino que también ayudaron a tratar a las personas con trastornos tales como la disentería, infecciones, inflamaciones y dolor, por mencionar algunos.

Dos veces al año, los mercados al aire libre se convierten en un hervidero en anticipación a este artículo de primera necesidad para la población local. La fruta de mangostán se come, y su corteza exterior o piel se utiliza como remedio natural. Garcinia mangostana — mangostán — ha sido estudiado cuidadosamente
desde principios de la década de 1970, principalmente por las sustancias fitoquímicas que contiene, las cuales se conocen como xantonas. Las xantonas son las sustancias biológicamente activas de esta fruta increíble y actúan como agentes curativos.

Los beneficios músculo-esqueléticos de la fruta del mangostán han sido de particular interés para mí. Todos los trastornos músculo-esqueléticos tienen algo en común: la inflamación. El proceso inflamatorio ocurre cuando los tejidos pasan por un proceso natural de deterioro. Las células pueden haber sufrido daño, y el resultado final de ese daño es la producción de unas moléculas parecidas a hormonas, llamadas prostaglandinas, las cuales son las que causan el dolor y la inflamación. En medio de este proceso se encuentra una enzima llamada Cox 2. En realidad, es la enzima Cox 2 la que causa inflamación, tumefacción y dolor. El gran reto de las empresas farmacéuticas ha sido encontrar un inhibidor de la enzima Cox
2 que pueda detener las dolencias comunes de inflamación y dolor.

En 1981, mientras me deslizaba sobre las olas de Hawai, sufrí una lesión en la espalda. Fui lanzado con tal fuerza contra el fondo de la ola que me doblé todo el cuerpo hacia atrás, rompiéndome la espalda en cuatro sitios. Durante los últimos 20 años, a base de cuidado quiropráctico, he podido llevar una vida bastante normal. Sin embargo, el dolor me ha ido aumentando porque la formación de espolones ha avanzado y se produjo degeneración en ciertos sitios de la columna vertebral.

Recientemente conocí el jugo de mangostán. Me dieron una onza [30 cc] de jugo de mangostán y ¡ese fue el comienzo de un cambio importante en mi salud, mi vida y mi carrera! He implementado este producto en mi clínica, les he recomendado a mis pacientes que lo usen, y cada uno de ellos ha obtenido resultados increíbles. Nunca había visto una fruta natural así de poderosa que hiciera el trabajo de tantas otras plantas medicinales.

Debido a los sorprendentes resultados que yo mismo he obtenido con el mangostán, ahora ya no tomo drogas y por primera vez en 21 años estoy prácticamente sin ningún dolor. La investigación que he realizado de este producto me ha llevado a creer que puede revertir las condiciones crónicas de inflamación en las células del organismo. También he descubierto que el mangostán es el preventivo perfecto de enfermedades,
y en el mundo de la quiropráctica, la prevención es la meta principal en el cuidado de la salud.

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